Santa Gema Galgani
Virgen (1878-1903) Nace en Italia, vio la primera luz en familia modesta y pronto es visitada por la tribulación: el padre muere de tumor maligno, la madre fallece de tuberculosis pulmonar, la mitad de los hermanos mueren jóvenes y entre ellos su hermano preferido.
Los huérfanos fueron recogidos en casa de los Giannini, allí mismo, en Lucca. Tuvo una niñez enfermiza que la hicieron escasamente desarrollada. Operada quirúrgicamente, se desarrolla en ella todo un proceso desconcertante para los médicos que optan por desahuciarla ante la imposibilidad de curarla.
Abscesos, males óseos, meningitis, sordera, caída del cabello, tumor en la cabeza, parálisis. También llega a perder la vista, pero llega a producirse en ella una curación inesperada. Siguieron las calumnias de quienes afirman que todo eso es puro fingimiento y la tildan de embaucadora, mentirosa y amiga de llamar la atención; sufre desprecios incluso por parte de sus hermanos que para nada quieren el espectáculo, ni el revuelo que está proporcionando al pueblo su situación; soporta incomprensiones por parte de los cuidadores médicos que no se explican lo que está ocurriendo y algunos la catalogan como una paciente histérica que, además, presenta dificultades para ser reconocida como a ellos les gustaría.
También debió dolerle la desatención o quizá indiferencia por parte del obispo Juan Volpi que se vio obligado a intervenir en el caso por lo excepcional de la situación ya que, cuando Gema tiene 22 años, se reproducen en su cuerpo los estigmas de la Pasión del Señor; aparecen y desaparecen espontáneamente en sus manos, en los pies y costado; son heridas abiertas y sangrantes con las que quiso Dios premiar su virtud, pero que desconciertan más aún a los «listos» incapacitados para admitir que estas cosas puedan pasar incluso en el siglo XX,... y que se repiten los viernes.
Su figura extraña fue discutida, tanto mientras vivió como después de muerta, por la peculiaridad de su insólita vida tan plagada de sufrimientos inverosímiles. Incluso el proceso de santidad, comenzado en Lucca, tuvo que continuarse y llevarse a término en Pisa por los ánimos tan enfrentados y encrespados de los vecinos que habían convivido con la santa.
El Papa Pío IX bien se preocupa de afirmar fina, clara y explícitamente que la causa de canonización de la santa es la heroicidad de las virtudes vividas, sin entrar en la cuestión de que tantos hechos y tan extraños padecidos tengan un origen sobrenatural.
San José Manyanet Vives
José Manyanet y Vives (1833-1901), nació en Tremp (provincia de Lérida, España) el 7 de enero de 1833. Fue ordenado sacerdote a la edad de 26 años. Se sintió llamado por Dios para hacerse religioso y fundar dos congregaciones: los Hijos de la Sagrada Familia Jesús, María y José (1864) y las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret diez años después.
José Manyanet y Vives, guió e impulsó a lo largo de casi cuatro décadas la formación y expansión de los institutos, abriendo escuelas, colegios y talleres y otros centros de apostolado en varias poblaciones de España. Hoy, los dos institutos están presentes en países de Europa, América Latina, África y en los Estados Unidos y cuentan con tres centenares de religiosos --entre sacerdotes y seminaristas-- y medio millar de religiosas.
Con la pasión de presentar al mundo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, escribió varias obras y fundó la revista «La Sagrada Familia», actualmente disponible en español e italiano. Promovió la erección en Barcelona del Templo expiatorio de la Sagrada Familia, destinado a perpetuar las virtudes de Nazaret y ser el hogar de las familias. Murió el 17 de diciembre de 1901 en Barcelona y sus últimas palabras fueron la jaculatoria que había repetido tantas veces: Jesús, José y María, recibid cuando yo muera el alma mía.
Su causa de canonización se introdujo en 1956, se reconoció la heroicidad de sus virtudes en 1982 y Juan Pablo II le proclamó beato en 1984. y hoy 16 mayo 2004 es canonizado por su Santidad Juan Pablo II. La santidad de Josep Manyanet, como afirmó Juan Pablo II, tiene su origen en la Sagrada Familia.
Su canonización sanciona ahora no sólo la santidad, sino también la actualidad de su mensaje nazareno familiar. Es, por eso, el profeta de la familia, el protector de nuestras familias», subraya la biografía difundida por el Vaticano.
Santa Gianna Beretta
Gianna nació el 4 de octubre de 1922 en Magenta, Italia. En una familia con 13 hermanos, se orientó a la profesión de médica, que era una tradición de familia, y se casó en 1955 con Pietro Molla, ingeniero industrial también militante de Acción Católica. Estaba decidida a formar una familia cristiana y combinar su vida familiar, profesional y apostólica en su proyecto de vida.
Ingresó a la Acción Católica Italiana desde muy joven, en 1943, y sirvió a sus hermanos a través de distintos cargos, en el campo estudiantil y parroquial. A los 39 años, embarazada de su cuarto hijo, comenzó a tener complicaciones de salud. Hoy, su marido de 82 años lo recuerda con detalles: «Durante el cuarto embarazo, en septiembre de 1961, apareció un gran fibroma en el útero, por lo cual –a los dos meses y medio- se hizo necesaria una intervención quirúrgica.
Este fue el inicio de su holocausto. Fidelísima a sus principios morales y religiosos, dispuso sin dudar que el cirujano se ocupase primero de salvar la vida de su criatura». En vísperas del parto no dudó en reunir junto a su lecho al marido y a los médicos para decirles: «Si deben elegir entre el niño o yo, ni lo duden: elijan, y se los exijo, al niño. ¡Sálvenlo!». Con estas convicciones profundas y sabiendo lo que le esperaba –Gianna era pediatra- entró en la clínica de Monza y el 20 de abril de 1962, Viernes Santo, tuvo a su hija, Gianna Manuela. La hasta hoy beata falleció ocho días después.
El Papa Juan Pablo II la declaró venerable en julio de 1991 y el 24 de abril de 1994, en su beatificación, la propuso como modelo para todas las madres.
San Nimatullah Al – Hardini
El «santo» de Kfifan, sacerdote y monje maronita Nimatullah Al-Hardini («Gracia de Dios «), un hombre de Dios, pastor de almas y profesor de teología, querido también por musulmanes y drusos.
Muy atento al mosaico de la comunidad libanesa, no hacía distinción entre musulmanes, drusos o cristianos en su misión, nació en Hardine (al norte de Líbano) en 1808 en una familia de cristianos maronitas con seis hijos. De 1816 a 1822 frecuentó en Houb la escuela del monasterio de San Antonio de la Orden maronita libanesa. A los 20 años entró como seminarista en el Monasterio de San Antonio en Qozhaya y eligió llamarse Nimatullah.
Pronunció los votos solemnes el 14 de noviembre de 1830.- Tras concluir sus estudios teológicos, fue ordenado sacerdote en Kfifane el 25 de diciembre de 1833. Nimatullah Al-Hardini fundó en Kifkan y más tarde en Bhersaf la escuela llamada, según la tradición, «Escuela bajo la encina» para instruir gratuitamente a la juventud.
Sufrió con su pueblo las dos guerras civiles de 1840 y 1845, que prepararon los sangrientos acontecimientos de 1860, cuanto muchos monasterios fueron incendiadas, muchas iglesias fueron devastadas y numerosos cristianos maronitas masacrados. Aquella etapa fue decisiva en su espiritualidad; la situación civil en Líbano, en general, bajo el régimen Otomano fue tan difícil como la de la Iglesia maronita y la de su Orden.
Su lema: «El más inteligente es el que puede salvar su alma», que no cesó de repetir a sus hermanos de comunidad. Pasaba días y noches en adoración eucarística; gran amante de la Virgen, rezaba incesantemente el Rosario.
Tenía especial devoción al misterio de la Inmaculada Concepción –dogma que la Iglesia confirmó en 1854--; fundó 16 altares consagrados a la Madre de Dios, uno de los cuales, en el monasterio de Kfifan, fue llamado tras su muerte «Nuestra Señora de Hardini». A los 43 años de edad, fue nombrado por la Santa Sede Asistente General de la Orden durante tres años, por su celo en la observancia irreprensible de las reglas monásticas. Dos veces más se le confió esta tarea.
Sin embargo, por su humildad rechazó ser nombrado Abad General. En el ejercicio de su cargo en la Orden se mantuvo suave en las palabras y en el modo de actuar. Residía con otros asistentes del Padre General en el monasterio de Nuestra Señora de Tamich, la Casa General de la Orden, pero no dejó de acercarse al monasterio de Kfifan para la enseñanza, para su trabajo de encuadernación, realizado en espíritu de pobreza, con especial atención a los manuscritos litúrgicos.
Tras diez días de agonía, murió el 14 de diciembre de 1858 a los 50 años de edad con un icono de la Virgen entre sus manos e invocándola: «Oh, María, os confío el alma mía». Sus hermanos de comunidad percibieron una luz resplandeciente en su celda y el perfume que la inundó durante varios días. Su causa de beatificación se presentó en Roma en 1926 junto a la del monje Charbel (canonizado en 1977) y la de Santa Rafqa, monja libanesa maronita canonizada en 2001.-Nimatullah Al-Hardini fue beatificado el 10 de mayo de 1998.
El pueblo de Nimatullah es un pueblo que ha vivido siempre en su historia una Semana Santa continua. Y para vencer la desesperación, ha seguido el camino de la esperanza. La canonización de Nimatullah (hoy 16 mayo 2004) es una carta abierta dirigida al Líbano, que ha sufrido mucho, y a los libaneses, que tienen necesidad de paz, y a la martirizada tierra de Oriente Medio
San Anibal María di Francia
Nació en Messina (Italia) el 5 de Julio 1851 en una familia perteneciente a la nobleza. Muy joven, delante del Santísimo Sacramento solemnemente expuesto, recibió lo que se puede definir «inteligencia del «Rogate»»: descubrió la necesidad de la oración por las vocaciones.- Ordenado sacerdote en 1878.
Se adelantó a los tiempos al considerar vocaciones también las de los laicos comprometidos: padres, educadores y hasta buenos gobernantes.
El padre Aníbal María fundó dos familias religiosas: en 1887 la Congregación de las Hijas del Divino Celo y diez años después la Congregación de los Rogacionistas del Corazón de Jesús, (presentes en la diócesis Obispado Zárate - Campana, Rep. Argentina), con la tarea de vivir y propagar el mandato de Jesús de orar por las vocaciones poniéndose al servicio de los más pequeños y de los pobres, especialmente en tierras de misión.
Buscó que esta oración fuera «universal» implicando a toda la Iglesia, en particular a los obispos, pero también a sacerdotes, religiosos, consagrados y laicos. La anual «Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones», instituida por Pablo VI en 1964, puede considerarse la respuesta de la Iglesia a esta intuición.
Aníbal María era una persona enamorada de la Eucaristía y de la Iglesia; un cristiano que concibió su vida como un don para los demás; un noble que se hizo muy pobre para ir a vivir no sólo con los pobres, sino como los pobres. El padre Aníbal María Di Francia murió en Messina el 1 de junio de 1927 con fama de santidad. Juan Pablo II lo proclamó beato el 7 de octubre de 1990 y a partir de hoy Santo (16 mayo 2004).
La inexplicable curación de una recién nacida filipina, atribuida a la intercesión del beato Aníbal María di Francia, abrió las puertas a su canonización, por el Santo Padre en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
Al poco de nacer --el 28 de enero de 1993-- en Iloilo (suroeste de Filipinas), Charisse Nicole Díaz se vio afectada por una forma de meningitis en ese momento resistente a cualquier antibiótico, hidrocefalia y atrofia de la corteza cerebral. Con una reliquia del beato, la familia comenzó una novena por su curación. Charisse sanó completamente y no presenta ninguna de las previsibles secuelas.
domingo, 17 de mayo de 2009
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"Así pues, todo el que oiga estas Palabras Mías y las ponga en práctica, SERÁ COMO EL HOMBRE PRUDENTE QUE EDIFICO SU CASA SOBRE ROCA: CAYO LA LLUVIA, VINIERON LOS TORRENTES, SOPLARON LOS VIENTOS, Y ENVISTIERON CONTRA AQUELLA CASA; PERO ELLA NO CAYO, PORQUE ESTABA CIMENTADA SOBRE ROCA." Mateo 7:24-25 Por casi 2000 años las lluvias y los vientos de enemigos y herejías han ciertamente azotado contra la Iglesia que Cristo fundó. Sin embargo, Su Iglesia está firmemente anclada en Roca y ha soportado la peor de estas Tormentas.
"Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARE YO MI IGLESIA..." Mateo 16:18
En Mateo 16:18, está correcto decir que Jesús habría dicho "Tú eres 'Kepha', y sobre esta 'Kepha' construiré Mi Iglesia." En Griego, se traduciría como: "Tú eres 'Petros' y sobre esta 'Petra' construiré Mi Iglesia." Fue la traducción de la palabra Aramea "Kepha" (Cefas) al idioma Griego lo que causó la confusión entre algunos que miran a Pedro como que no fue llamado "roca", sino una "piedrecilla", intentando con esto negar su Primacía. Mateo 16:13, 18, Juan 1:42, 1Corintios 1:12, 3:22, 9:5, 15:5, Gálatas 2:8-9.
Ignacio de Antioquía,Padre Apostólico discípulo del apóstol Juán y Pablo (Saulo de Tarso) recibio la consagracion Episcopal en la Sede de Antioquia de los Santos Apostoles Pedro y Pablo. Da en el año 110 d. de C el testimonio más antiguo de este nombre: "Por doquier aparezca el obispo, ahí esté el pueblo; lo mismo que donde quiera que Jesucristo está también está la Iglesia Católica"(Carta a los Esmirniotas 8:2).
En los tres primeros siglos de la Iglesia los cristianos decían "cristiano es mi nombre, católico mi sobrenombre".
"Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARE YO MI IGLESIA..." Mateo 16:18
En Mateo 16:18, está correcto decir que Jesús habría dicho "Tú eres 'Kepha', y sobre esta 'Kepha' construiré Mi Iglesia." En Griego, se traduciría como: "Tú eres 'Petros' y sobre esta 'Petra' construiré Mi Iglesia." Fue la traducción de la palabra Aramea "Kepha" (Cefas) al idioma Griego lo que causó la confusión entre algunos que miran a Pedro como que no fue llamado "roca", sino una "piedrecilla", intentando con esto negar su Primacía. Mateo 16:13, 18, Juan 1:42, 1Corintios 1:12, 3:22, 9:5, 15:5, Gálatas 2:8-9.
Ignacio de Antioquía,Padre Apostólico discípulo del apóstol Juán y Pablo (Saulo de Tarso) recibio la consagracion Episcopal en la Sede de Antioquia de los Santos Apostoles Pedro y Pablo. Da en el año 110 d. de C el testimonio más antiguo de este nombre: "Por doquier aparezca el obispo, ahí esté el pueblo; lo mismo que donde quiera que Jesucristo está también está la Iglesia Católica"(Carta a los Esmirniotas 8:2).
En los tres primeros siglos de la Iglesia los cristianos decían "cristiano es mi nombre, católico mi sobrenombre".
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